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18 noviembre 2010

SQM, UNA ENFERMEDAD DE GENTE SENSIBLE (artículo en el periódico "Información", con referencia a Mi Estrella de Mar -13 de noviembre de 2010-)


Hace unos días –este sábado 13 de noviembre-, apareció un artículo en el periódico alicantino “Información” dedicado a la sensibilidad química múltiple. La agradable sorpresa fue encontrar que la introducción que Adrián Martínez -médico- había dado a su aguda y certera reflexión sobre la relación entre esta patología, la salud y las innumerables sustancias químicas cotidianas entre las que vivimos inmersos, la había dedicado a unas reflexiones que hice en 2008 en MI ESTRELLA DE MAR, dentro del artículo “El 80% de los casos de cáncer está relacionado con las condiciones ambientales según la IARC (Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer)”, palabras también recogidas amablemente por la revista Discovery Salud en ese mismo año, en su número de septiembre.

Realmente he disfrutado con la lectura de este estupendo texto. Ojalá que cada vez encontremos más personas comprometidas en los medios de comunicación y documentadas hasta el punto de poder hacer afirmaciones tan asentadas como las de este profesional, para conseguir avanzar cada vez más deprisa en la concienciación acerca de este mundo creado a base de intereses… y no precisamente intereses basados en la salud.

Dado que no tengo un correo o similar de Adrián para poder hacerle llegar personalmente las gracias por hacerse eco de la sensibilidad química múltiple de una manera tan valiente y brillante (y para ello ser tan amable de nombrar a MI ESTRELLA DE MAR y tomar como hilo conductor introductorio algunas de mis palabras narrando lo que es la sensibilidad química múltiple en primera persona), se las hago llegar por esta vía confiando en que de esta manera le lleguen.

Os dejo con la transcripción del texto…


UNA ENFERMEDAD DE GENTE SENSIBLE

Adrián Martínez
Para que os hagáis una idea: salgo a la calle con una mascarilla de carbón activado. Y cosas tan livianas para los demás como el olor del suavizante o una colonia me pueden desencadenar una crisis de insuficiencia respiratoria (y en todo caso siempre me produce sintomatología, normalmente asociada al sistema nervioso central como vértigos, mareos, migrañas, pérdida de orientación y dificultad para hablar y pensar, aparte de alteraciones en la menstruación, extrema fatiga, pintitas y ronchas, confusión mental, estómago revuelto, malestar general, tripa hinchada y mucho más que te hace la vida muy, pero que muy difícil).

Por lo mismo, me es imposible oler tabaco, productos de limpieza -sobre todo lejías y amoníacos-, lacas, tintas de las letras de periódicos, revistas y folletos, la mayoría del papel -sobre todo si es reciclado porque lleva más componentes químicos que el normal- tubos de escape y un larguísimo etcétera.

Por recomendación médica llevo ésta mascarilla y además necesito productos ecológicos de aseo personal y de limpieza del hogar, comida ecológica, agua mineral. No hacerlo así me supone un gran empeoramiento o una nueva crisis. Me afectan los pesticidas de la comida, el cloro del agua, los conservantes y colorantes, la comida en lata
".

Quien esto escribe es María José -44 años, madrileña- en su blog "mi-estrella-de-mar-blogspot.com", creado para explicarle al mundo en qué consiste la enfermedad que ella misma padece: el síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SQM), una enfermedad tan poco declarada y diagnosticada, como mal tratada, pero padecida por miles de españoles. Por no ir más lejos unos cinco millones, un 12% de la población. Sin embargo, no se asusten, sólo unos 300.000 lo padecen de forma severa, y aún menos de la forma descrita por esta mujer.

Repito, no se preocupen, al ritmo actual tarde o temprano todos seremos afectados. De algo hay que morir, claro, aunque algunos prefiramos hacerlo -cuando toque-, con toda la salud.

Otra cosa es qué hacer con ese cúmulo de ciudadanos que están padeciendo ya dichas manifestaciones como resultado de la exposición a productos químicos, que incluyen -a veces al mismo tiempo- trastornos respiratorios, dolor torácico, abdominal, muscular y articular, cefaleas, mialgias, náuseas, etc. Todos ellos experimentados bajo una intensidad que puede ser importante, y que en demasiados casos les lleva a pasar por un calvario de diagnóstico sesgado cuya implementación depende del tipo de médico diagnosticador y de su arsenal terapéutico -también sesgado-, o a veces -pocas- por un buen diagnostico pero con un tratamiento todavía no consensuado.

Es frecuente que el bay-pass obligado que da la ignorancia y la inercia haga que algunos pacientes, muchos, terminen siendo diagnosticados de cualquier trastorno mental.

La historia de María José no es desde luego única. Su enfermedad se inscribe dentro de un conjunto de patologías complejas conocidas como "enfermedades ambientales emergentes" que son causadas por el uso o abuso de sustancias tóxicas presentes de forma ubicua y de uso cotidiano.

Más de 90.000 sustancias químicas están presentes en los productos que consumimos de forma habitual formando parte de lo que comemos y de lo que bebemos -lo que respiramos ya no se sabe lo que es-, muchas de las cuales están produciendo patologías que, sin llegar al extremo referido por esta mujer, nos dañan simplemente porque, cuando el cuerpo ha recibido más carga tóxica de la que puede soportar, reacciona. Y a veces, y con entrenamiento previo, con virulencia.

La mayoría de esas sustancias cotidianas nunca fueron suficientemente testadas antes de que ocupasen un lugar en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestros lugares de trabajo, en nuestra alimentación, en nuestra aguas de consumo (véase el caso del plomo) y en nuestro medio ambiente (véase el caso del mercurio), por lo que su alcance en la salud del planeta -cotidiano e individual-, es un misterio que empieza a desvelarse.

Contaminantes que en la mayoría de ocasiones no tienen sabor ni olor y ni siquiera se encuentran en concentraciones altas pero que constituyen un peligro real y cierto, a poco que sea la dosis reiteradamente consumida. Tan cierto como que están mermando nuestra calidad de vida, relacionándose silenciosa y subrepticiamente, y ante la mirada de un sistema sanitario ciego y lento y regido por ciegos y lentos, con efectos tales como la infertilidad, malformaciones congénitas, trastornos del aprendizaje, alteraciones tiroideas, enfermedades endocrinas, inmunodepresión, fatiga crónica, fibromialgia, hipersensibilidad química, alteraciones epigenéticas y cambios en la expresión genética, cánceres, diabetes y enfermedades degenerativas como Parkinson y Alzheimer, entre otras.

Mientras,
una gran mayoría de médicos sigue ignorando, tal vez asombrados e impotentes ante lo abigarrado de los síntomas que muchos de sus pacientes presentan, que una buena parte de estos síntomas se deben a la intoxicación medioambiental que soportamos.

Y sin formación ni diagnóstico no hay posibilidad de curación. Solo de medicación sintomática y absurda cuando no de derivación hacia el psicólogo o el psiquiatra, cuando en realidad estas afecciones representan un nuevo paradigma de la enfermedad.

La realidad es que detrás de muchos afectados de toda edad y condición soportando estas patologías -incluso detrás de algunos problemas de comportamiento o hiperactividad que tantos niños presentan- lo que hay son productos químicos tóxicos persistentes que envenenan el organismo, especialmente el sistema nervioso central.

Sustancias y tecnologías -por poner algún ejemplo- como el mercurio, el aluminio, al amianto, el bisfenol A y otros disruptores endocrinos, el dimetilfumarato, el plomo, el cloro, pesticidas, herbicidas, formaldehídos, triclosanes, plaguicidas, aditivos, edulcorantes, colorantes, potenciadores del sabor, hasta llegar a centenares de miles
sin olvidarnos de las radiaciones electromagnéticas de baja frecuencia -móviles, antenas, estaciones base de telefonía móvil, trasformadores y líneas eléctricas de alta tensión y Wi-Fis-.

Todos ellos ocuparían unas cuantas sesiones del Congreso y unas cuantas más del Ministerio de Sanidad y añadidos.

Dense prisa médicos y autoridades, a veces un dolor de cabeza crónico no necesita un analgésico sino pararse a pensar si ese paciente está en su trabajo ocho horas diarias al lado de una fotocopiadora o de un ordenador, o de si duerme en una habitación recién pintada o en un barrio en el que se acaba de fumigar.

No demos más palos de ciego en forma de patada farmacológica, que para eso sí que estamos -a la clase médica me refiero- muy sensibilizados.


Fuente: Información.es (13/11/10)


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ACTUALIZACIÓN (28/11/10): os transcribo las amables palabras dejadas en MI ESTRELLA DE MAR por el autor del artículo -Adrián Martínez-, dado el interés que supone conocer a través de ellas algo más de este profesional de ideas tan claras; así como por las cariñosas palabras que dedica en ellas a la autora de este blog y que desde aquí queremos agradecer vivamente. Por cierto, que no es periodista como suponíamos (paso a corregir el dato en la entrada)sino médico, lo que confiere a sus valientes palabras aún más valor si cabe.

TEXTO DEJADO EN “COMENTARIOS” DE ESTA ENTRADA:
Estimada María José, soy el autor del artículo y deseo, ante todo, mostrarte mi apoyo y mi cariño. A todos los que padecéis este tipo de patologías y en especial a ti por tu coraje y valentía. No sabía al escribir el citado texto que tendría tanta difusión. Al fin y al cabo solo soy un médico -no soy periodista- que intenta estar al día en eso que hemos denominado "ENFERMEDADES EMERGENTES". Algunos intentamos combatir nuestra ignorancia con una cosa tan sencilla como escuchar a los pacientes. Escuchar y sentir para poder construir el significado de las enfermedades, para poder recoger información veraz, para intentar buscar respuestas y ofrecer el mejor de los tratamientos posibles. Gracias María José. Intentaré seguir escribiendo en INFORMACION sobre estos temas.” (19/11/12).

TEXTO DEJADO EN EL ENLACE DE ESTA ENTRADA EN WIKIO:
Autor: un médico.- Comentario: “no sabia que mi articulo seria tan comentado. Soy Adrián Martínez. No soy periodista si no médico, y ha sido toda una satisfacción comprobar que he divulgado un tema que sigue siendo, a pesar del sufrimiento que provoca en mucha gente, bastante desconocido, menos diagnosticado y mucho menos tratado. Y cuando se hace mal y tarde pues todavía hay cierta falta de consenso cuando no desconocimiento. Doy las gracias por publicar y publicitar mi artículo, pero sin el testimonio de la valiente -a la que desde aquí doy todo mi apoyo y cariño-, María José, no hubiese sido posible.

Me comprometo a seguir escribiendo sobre estos temas. Veo que se necesita arrimar el hombro pues de no hacerlo, tarde o temprano, terminaremos todos igual
" (19/11/10).

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16 comentarios:

JOAKO dijo...

Muy interesante!!
Da gusto cuando un periodista hace los deberes...

rosa dijo...

Hacen mucha falta este tipo de periodista, tengo una nieta que tiene autismo y se cree que la causa sea genéitca y ambiental imaginate que desde que ella fue diagnosticada he usado en mi casa articulos de limpieza naturales, no uso mas perfume aqui todo es natural hace falta concientizar a la gente el otro dia me esposo que es médico y se dedica ahora a tratar niños autistas dio una hcarla e hizo incapie en el daño qeu producen los químicos., muy linda entrada, besos

Unknown dijo...

Hola:

Gracias por el bloc, hasta me he abierto una cuenta en gmail para poder participar en él.

Yo también soy otra afectada por la SQM hace poco que me han diagnosticado la enfermedad y como las autoridades no pongan pronto remedio vamos a caer como moscas porque son muchas las enfermedades provocadas por el medio ambiente.

Anónimo dijo...

Estimada Maria José, soy el autor del artículo y deseo, ante todo, mostrarte mi apoyo y mi cariño.A todos los que padeceis este tipo de patologias y en especial a a ti por tu coraje y valentia. No sabia al escribir el citado texto que tendría tanta difusión. AL fin y al cabo solo soy un médico -no soy periodista- que intenta estar al día en eso que hemos denominado "ENFERMEDADES EMERGENTES".
Algunos intentamos combatir nuestra ignorancia con una cosa tan sencilla como escuchar a los pacientes. Escuchar y sentir para poder construir el significado de las enfermedades, para poder recoger información veraz, para intentar buscar respuestas y ofrecer el mejor de los tratamientos posibles.
Gracias Maria Jose. Intentare seguir escribiendo en INFORMACION sobre estos temas.

Anónimo dijo...

muy bueno el articulo

Sylvia dijo...

Estupendo, Mariajo! Da gusto cuando el periodismo levanta una nota valiosa como la tuya y la amplía y te cita en su propia publicación. Felicitaciones!
Lamentablemente, son tantos los periodistas que se dedican a tonterías o escándalos para tener buen rating.
Esta enfermedad, la SQM, está haciendo estragos en las sociedades. Tengo amistades que evidentemente la padecen, pero sus alergistas no dan con la tecla, no tienen conocimiento suficiente o no les importa. ¡Tendrían que alarmarse ante la proliferación de personas que están literalmente postradas por la contaminación ambiental!
Mi SQM me tiene bastante mal, especialmente en un día como hoy, en Buenos Aires (qué ironía...), que se presenta caluroso, pesado, con aire denso y quieto. No puedo salir de casa y solamente quiero dormir...jaja!!...pero tu me animaste a escribir este comentario, gracias!
Abrazos y cariños!

María José Moya dijo...

Estimados amigos, acabo de pasar oootra de mis migrañas (desde el jueves noche, hasta hoy sábado al mediodía).

Estoy empezando a ingerir de nuevo algo de líquido y alimentos, y me acabo de encontrar con vuestros gratificantes comentarios, además del muy especial para todos nosotros del autor del artículo: Adrián Martínez, que creíamos que era periodista, pero es médico (doble mérito por su parte, pues, por la valentía con que se ha mostrado a la hora de hablar sin tapujos sobre la sensibilidad química múltiple).

Aún me siento KO de estas últimas 48 horas en cama sin tomar nada pero vomitando y con colitis casi de continuo (me he quedado como un fideo, de nuevo, así es imposible coger kilos).

Sin embargo, con la ilusión de haber visto vuestros escritos y el de este valiente médico -Adrián-, tened por seguro que os contestaré con cariño a todos a la mayor brevedad que el cuerpo se sienta con un poquito de fuerzas para ello ;-)

Además del mensaje de Adrián, aquí en esta entrada, ha sido tan amable de enviar otro muy gratificante a este artículo pero en Wikio, y que os copio y pego a continuación, tal cual él lo ha escrito, por lo emotivo y gratificante que será -seguro-leerlo para todos.

Ver ese empuje y humanidad "dentro de una bata médica", no es frecuente...

Un gran abrazo a todos, un gran abrazo Adrián...

María José Moya dijo...

PALABRAS ENVIADAS POR ADRIÁN MARTÍNEZ (MÉDICO) a esta entrada mía en Wikio, que se hacía eco de su lúcido y estupendo artículo pubicado en el periódico "Información":

Un médico:

"no sabia que mi articulo seria tan comentado.

Soy Adrian Martínez. No soy periodista si no médico, y ha sido toda una satisfacción comprobar que he divulgado un tema que sigue siendo, a pesar del sufrimiento que provoca en mucha gente, bastante desconocido, menos diagnosticado y mucho menos tratado. Y cuando se hace mal y tarde pues todavia hay cierta falta de consenso cuando no desconocimiento.

Doy las gracias por publicar y publicitar mi artículo pero sin el testimonio de la valiente - a la que desde aqui doy todo mi apoyo y cariño, Maria Jose no hubiese sido posible.

Me comprometo a seguir escribiendo sobre estos temas. Veo que se necesita arrimar el hombro pues de no hacerlo, tarde o temprano, terminaremos todos igual".

María José Moya dijo...

Hola JOAKO, me alegro de verte de nuevo por aquí tras tanto tiempo. Nuestros caminos vuelven a cruzarse, y me alegro de ello.

Pues fíjate, de lo que comentas, resulta que el autor del excelente artículo, como habréis visto más abajo dado que ha sido tan amable de escribirnos, resulta que comenta que no es periodista sino médico, por lo que sus ahora palabras adquieren aún más si cabe una mayor importancia y valentía que cuando lo leímos, pues no es fácil dar un paso adelante en pro del reconocimiento de una enfermedad y de sus afectados, en donde de forma clara hay que posicionarse como voz de la conciencia de cara a sus propios colegas de profesión... Realmente el escrito de Adrián es valiente y excelente, y el que me haya hecho el honor de incluirme como ejemplo testimonial es sin duda un honor sin duda, que me hace sentir útil y feliz.

Un abrazo,

María José Moya dijo...

Hola MARÍA GLORIA, eres muy bienvenida. Siento mucho lo de tu nieta (¡qué guapa y despierta se la ve en la foto, imagino que es ella!, ¿verdad?), cuando la enfermedad toca en seres tan indefensos y nada culpables de las locuras y ambiciones de los adultos, es como que duele mucho más. ¡Autismo!.

Espero que su grado no sea demasiado alto, y en todo caso piensa que al ser tan pequeñita hay mucho por delante que se le puede enseñar para poder relacionarse con el Mundo lo mejor posible que ella pueda…

Además, el que tu esposo sea médico, y por tanto con vuestra nietecita haya tomado conciencia de este problema de forma profesionalmente activa, seguro que la ayudará también.

Y sí, lo que dices es muy cierto en cuanto a las causas genético-ambientales que se barajan para el autismo. Además, el tema genético piensa que se está demostrando en cada vez más investigaciones que no siempre es que venga inherente al ADN de nuestra ascendencia que nos precede, sino que los químicos ambientales cotidianos que nos rodean, ingerimos, bebemos, etc. alteran la genética del individuo (que además, nace ya con una carga tóxica aportada a su vez por sus padres).

Por tanto, los químicos sintéticos cotidianos que nos rodean no sólo provocan directamente enfermedades (unas veces de forma más evidente –como la SQM- y otras menos –como ciertos tipos de cáncer, el Parkinson, el autismo, etc.-), sino que nos predispone a ser enfermizos o a tener ciertas patologías que antes no tenían una prevalencia tan enorme (alergias, asma, etc.), e incluso a que nuestra descendencia sea cada vez más débil o directamente no la tengamos (ej. Por problemas en la calidad del semen, etc.).

En fin, que como decía hace poco un médico, jefe de Unidad de un hospital puntero de España, y cuyo marchamo al hablar es precisamente es la prudencia, por lo que no se le puede “acusar” de “alarmista”: “la Humanidad se está autodestruyendo”….

María Gloria, es un placer haber sabido de ti. Para lo que quieras contarnos, no dudes que estaré encantada de leerte.

Mira, dado que tu marido es médico, está interesando en estos temas y yo tengo en MI ESTRELLA DE MAR un directorio con profesionales de todo el mundo interesados en SQM y enfermedades ambientales con el fin de que sea útil a pacientes de cualquier país (dado que no hay médicos que conozcan estos temas como para saber diagnosticarlos y eso hace que la gente acabe agravando mucho su patología por no saber cómo atajarla), me gustaría mucho que me pasaras sus datos profesionales (dónde trabaja, si es en la sanidad pública o en la privada, qué especialidad, nombre y apellidos, dirección y teléfono de consulta…) con el fin de poder tenerlo localizado y pasarle los datos a quien le pueda interesar. ¿Qué te parece?.

La cuestión es que la gente tenga una base de datos disponible a la que recurrir cuando necesite un profesional (sea médico, abogado, etc.) que conozca la relación químicos sintéticos cotidianos y problemas de salud… (si te da apuro en público, mándame un comentario con los datos, e indícame en él que no lo publique, y no habría problema) ;-)

Un gran abrazo, ¡y muchos ánimos!,

María José Moya dijo...

MARÍA, ¡eres muy bienvenida a esta tu casa!. Me ha hecho gracia, y me es muy gratificante saber, que este blog te ha resultado tan interesante como para abrirte un cuenta GMail aposta para poder participar en él en comentarios y poder con tu cuenta recibir las respuestas que recibas a ellos :-D

¡No veas lo que incentivan y animan a seguir trabajando para todos vosotros este tipo de detalles!. Muchas gracias, de corazón.

Siento mucho tu condición de afectada de SQM. Realmente me apena ver como cada vez aumenta nuestro número y en alta proporción, mientras a la vez las autoridades siguen impasibles sin, ya no sólo reconocer esta enfermedad (en plan “táctica del avestruz”) sino sin querer poner los medios (¡y YA!) para prevenir nuevos casos, tanto de SQM como de otras patologías relacionadas directa o indirectamente con los químicos cotidianos que a diario entran en nuestro cuerpo por múltiples vías…

Tienes toda la razón cuando dices que: “como las autoridades no pongan pronto remedio vamos a caer como moscas porque son muchas las enfermedades provocadas por el medio ambiente”.

Me frustra tanto, y a veces me produce tanta rabia (normalmente cuando estoy pasando una de mis habituales crisis de días por cosas tan “tontas” como un simple olor a suavizante que me ha llegado a través del resquicio de las ventanas, o porque han venido a leer el contador del agua y no he tenido más remedio que abrir y la persona iba con un perfume que en un segundo me dejó KO), que un día lo mismo me da por acogerme a esa idea peregrina que algunos se montan en su cabeza diciéndonos a veces que lo que tienes es un problema psiquiátrico, y en función de ello cojo una escopeta de cañones recortados y me voy a pegar tiros a la puerta del Ministerio de Sanidad (como poco), para luego alegar “locura por enajenación transitoria”.

Mira, al menos durante unos minutos podrían saber lo que es vivir asustados (pero ellos un ratito, nosotros sin embargo es nuestro día a día ), y de rebote la SQM saldría en todos los medios, y a mí me meterían en algún sitio “por seguridad” donde tendría mis necesidades cubiertas (cosa que ahora no tengo, ni de lejos), je.

Lo malo es que tendría problemas con los tóxicos ambientales de donde me encerraran y lo mismo acababan por darme la puntilla…

En fin, como te habrás dado cuenta estoy bromeando, sí (no vaya y ahora alguien coja este texto para “demostrar nuestra locura”). Pero a veces es que como no nos lo tomemos con humor, según los días y la sintomatología, ¡es que podríamos acabar subiéndonos por las paredes…!

Un beso guapa. Aquí estamos, y encantada de saber de ti y de tus experiencias y reflexiones cada vez que quieras o te apetezca.

¡Cuídate! ;-)

María José Moya dijo...

¡ADRIÁN!, es un honor tenerte comentado en este espacio, tanto en tu calidad de autor de este magnífico artículo, como en el de médico y activo “activista” en pro de concienciar sobre estas patologías.

Leer tu texto fue muy emocionante (además muy en mi línea de “objetividad, pero objetividad combativa a la vez”, o sea, frases e ideas muy atinadas y certeras pero sin miedo a exponerlas de forma clara y rotunda).

Ver además, que habías sido tan amable de incluir unas palabras mías como testimonio, realmente fue una sorpresa realmente estimulante para esta personita que hace lo que puede dentro de los límites que me impone la salud, pero que encerrada entre cuatro paredes es difícil poder dar eco a su voz si no es gracias a personas concienciadas y buenas como tú que ayudan a que eso sea posible. GRACIAS, Adrián.

Por otro lado, ver tu comentario en MI ESTRELLA DE MAR y en Wikio dirigido de forma tan cariñosa hacia mí, me ha emocionado, y más porque acabo de pasar unos cuantos días nuevamente en cama en crisis (por no perder la costumbre cada pocos días) a los que han seguido otros más con infección de garganta (no por el frío, sino por fatiga y químicos) y dolor de cabeza continuo. Así que tus palabras y apoyo no te quepan duda que han sido una alegría y un gran estímulo para seguir presentando batalla :-)

Me alegro enormemente saber que seguirás escribiendo sobre estos temas en INFORMACIÓN. Por favor, mantenme informada de ello, si ves que te es posible, te acuerdas, y no te supone mucho trabajo. Por la fuerte fatiga que presento, si no me hacen llegar los artículos que se publican sobre estos temas, yo en general no puedo entrar ni tan siquiera en las “alertas de Google” porque mirar y desbrozar todos los enlaces, etc. que aparecen en la red me resultaría realmente agotador (e imposible), y además me impedirían actualizar MI ESTRELLA DE MAR dado que me consumiría las poquitas fuerzas que tengo.

Adrián, saber de tu “existencia” a través de este artículo me ha llenado de alegría y de esperanza de ver a un profesional que hasta ahora no tenía el placer de conocer, que sabe de SQM, que sabe de la verdadera dimensión del problema, y que está ahí apoyando de forma tan activa… ;-)

Como sabes, hay muy pocos médicos (y muy poco “de lo que sea”) que se interesen por estos temas, así que tus aportaciones en ese sentido y tu apoyo, serán inestimables para todo el colectivo, y para la sociedad y el cuerpo médico en general
. No lo dudes. Adelante, pues.

Espero que a partir de ahora podamos seguir en contacto, y no dudes que a pesar de mis límites para poder leer, en lo que sepa de artículos tuyos (me los hagas llegar tú, o quien sea), los leeré no sólo con atención, sino con mucho cariño.

Para lo que quieras, estoy aquí, dando un paso al frente contigo, para que en la medida de lo posible este Mundo sea un poco más justo y esté un poco más concienciado, en lo que pueda ser que nuestros granitos de arena ayuden a ello, aún a pesar de la poca fe que tengo al respecto en el Ser Humano, para qué voy a engañaros.

Pero que por mí, y por ti, y por otros que están ahí luchando, que no quede, ¿verdad? ;-)

¡Un cordial abrazo!,



PD.- Voy a poner una actualización en esta entrada para indicar que no eres periodista, como había indicado por mera suposición mía; sino médico. Y voy a comentarlo también en la página en Facebook de MI ESTRELLA DE MAR. Es un placer (y un deber, a la vez) difundir la huella y el trabajo de aquellos que apoyan ya no sólo “la SQM”, sino el hecho real y alarmante del mundo tóxico en que vivimos inmersos… y que parece poca gente está concienciada de ello como para poder prevenir a las generaciones futuras…

María José Moya dijo...

Anónimo, gracias. Me alegro de que te haya gustado. Realmente es fantástico, sí 

Un abrazo,

María José Moya dijo...

Querida SYLVIA, cuánto tiempo. Es siempre una alegría saber de ti :-) y más conociendo lo que te cuesta hacerte presente dados todos los problemas añadidos que tienes a tu SQM.

Tienes mucha razón cuando dices que “esta enfermedad, la SQM, está haciendo estragos en las sociedades”. Es por ello que son tan valiosas en la sociedad las personas como Adrián (que creía que era periodista y resulta que es médico, así que estando como está en el cuerpo médico –tan flexible a etiquetar enseguida como “culpa del enfermo” lo que no puede etiquetar de primeras-, tiene más mérito todavía la valentía de su escrito, ¡y realizado para un medio público!).

Lo que comentas de que tienes amistades con SQM pero que no están siendo diagnosticadas correctamente, lamentablemente está a la orden del día. Dado que nosotros conocemos la SQM mucho mejor que la media de médicos, sabemos identificar rápidamente a personas con nuestra patología.

Lo malo es que al haber tan pocos médicos que sepan diagnosticarla, estos afectados quedan en el limbo médico sin diagnóstico y sin poder informarse de lo que les pasa para poder tomar medidas con el fin de no seguir empeorando más.

Y al menos tus amistades pueden tenerte como “referente” y aviso: y tú puedes indicarles que sospechas que tengan una SQM (independientemente de que luego ellos quieran creerlo y tomar medidas al respecto; o no). Pero, ¿cuánta gente habrá en el mundo con SQM sin saberlo, y como los Estados intentan taparlo y no se lo toman en serio están enfermando cada vez más?. Si en nuestro entorno, que dada nuestra SQM es muy limitado, encontramos casos de SQM, ¿cuántos casos no habrá ya no en el Mundo, sino en nuestra misma localidad…?

Es terrible, Sylvia…

En fin, hay que seguir concienciando, aunque sea una vez ya enfermos, parapetados tras de nuestros ordenadores, y enclaustrados entre cuatro paredes…

Un gran y cariñoso abrazo, mi amiga del otro lado del océano…

Anónimo dijo...

hola maria jose soy juani de albacete te mando todas mis mejores energias y mucho apoyo.SI TE SOY SINCERA NO TENIA MUCHA INFORMACION SOBRE ESTE TEMA.El otro dia vi conexion Samanta y la verdad me quede un poco paralizada por que no pensaba que cosas tan cotidianas os pudieran hacer tanto daño.Te puedo decir que tengo alergia a gramineas , olivos perros....y me paso la primavera malisima.Me pongo vacuna pero no mejoro nada aparte de tener sinusitis cronica pero aun asi son cuatro meses y los demas mejor,Pienso que una persona como tu que he leido tu historia te resignas lo que pudes y lo afrontas en el mejor de los casos pero podrias haber hecho mucho por la sociedad por tu impetu y tus ganas y por que tienes una estrella .Siento mucho que esta conexion te haga tanto daño.Pero demuestra tu fuerza que la tienes y sigue ahi .BESOS Y FUERZA.

María José Moya dijo...

Hola Juani, me ha hecho especial ilusión tu mensaje, ya no sólo por tus cariñosas palabras de apoyo y sentimiento, sino porque yo viví parte de mi infancia y toda mi adolescencia en Albacete. Y mi padre y parte de mi familia son de allí. ¡Así que imagina que alegría me ha dado saber que vives allí!.

Me han emocionado especialmente las siguientes palabras que me dedicas:

“Pienso que una persona como tú, que he leido tu historia, te resignas lo que puedes y lo afrontas en el mejor de los casos, pero podrias haber hecho mucho por la sociedad por tu ímpetu y tus ganas y por que tienes una estrella. Siento mucho que esta conexión te haga tanto daño”.

¡Gracias, guapa!.

A partir de ahora, ya sabes dónde estoy (eso si, como verás, no puedo contestar de inmediato –excepto cuando son urgencias, que entonces intento comunicarme lo antes posible--, precisamente por los límites que impone mi salud, pero bueno, tarde o temprano acabo haciéndolo, que es lo que importa, ¿verdad?).

Un gran abrazo

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