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27 octubre 2016

ARTURO MOYA: pianista-compositor, mi padre. 3 de enero de 1930 - 27 de octubre de 2016

Con mi padre: su primera visita a Madrid para verme. Yo ya tenía sensibilidad química múltiple (SQM) pero todavía podía bajar a la calle con mi mascarilla y permitirme algunas licencias para poderme despedir de él y de su mujer, Mari Carmen, antes de que volvieran a su casa en Albacete (20 de enero de 2006)

FRANCISCO ARTURO MOYA LÓPEZ.
MI PADRE
(ALBACETE, 3 DE ENERO DE 1930- ALBACETE, 27 DE OCTUBRE DE 2016)

Pianista-compositor, pintor, escultor, director del "Liceo Arturo Moya" de música y danza... Artista, en una palabra. Todo lo veía desde el punto de vista de la creación, de la estética. Hasta las navidades pasadas, seguía metido o pensando en proyectos, ideas... Y en los últimos años hacía personalmente cientos de tarjetas de navidades con dibujos, caricaturas y cuadros pintados por él, con dedicatorias personalizadas. Para él crear y respirar eran lo mismo. Siempre andaba metido en alguna cosa, entusiasmado en cómo sacarlo adelante. 

Nada práctico. Los números, la administración, no eran lo suyo.

Seguidor entusiasta -desde que tuvo uso de razón- del Barça

Los últimos años lo escuché al teléfono con un carácter siempre positivo, alegre, de buen humor, dicharachero, desinhibido, inventor de chistes (no demasiado buenos, es cierto, pero lo que importaba era el sentido, la intención) y sus juegos de palabras con rima...

Tras mi enfermedad, vino a verme varias veces a Madrid. Él, por entonces, aún hacía algunos viajes fuera de Albacete, si pensaba que un proyecto suyo lo requería. Me emocionó que intentara hacer la asepsia para poder venir a verme...

Tenía una vitalidad, un estómago y un buen dormir, que ya quisiéramos muchos. Y le gustaba el porte femenino más que a un perro los picatostes, sin duda, aunque sin ser un mujeriego. Bromeaba sobre ello, más bien.

Nació en Albacete. Era hijo de confiteros, Milagros y Francisco de Tobarra, pueblo donde como manda la tradición de antaño, toda línea familiar tenía un mote. El nuestro, el de "los Pelaos", a mucha honra.

Vivió la Guerra Civil de pequeño. Y durante la contienda una bala perdida le alcanzó el cuello. Esto, y la escasez de comida y de medicinas en tales momentos derivó en la infección de un ganglio en la zona. Recordaba las curas en el cuello, con gasas, "sacándole pus". Como resultado, su capacidad auditiva quedó afectada del oído derecho. Tenía problemas para oír los sonidos agudos (por ej, mi voz). Aún así, quiso dedicarse al piano. Recuerdo que argumentaba que también Beethoven había sido sordo.

Cursó sus estudios en el Real Conservatorio de Música de Madrid, período en que vivió alquilado en casa de una señora mayor llamada Dulce, que tenía un piano donde mi padre podía practicar. Y cuando volvía a Albacete, ayudaba en el obrador de la confitería La Milagrosa de sus padres (mis abuelos), en lo tocante a la parte artística. En la posguerra, fueron famosas en la provincia sus elaboradísimas decoraciones "escultóricas" de tartas, roscos y otros dulces que se mostraban en la vitrina. Yo no llegué a vivir esa época entre hornos y rodillos. Mi padre acabó la carrera de piano con sobresaliente.

Luego, durante su trayectoria profesional en Francia y Madrid, confiaron en él y tuvo trato cercano con personas como Adolfo Suárez durante su paso por el Departamento de Música de Radiotelevisión Española (me da la impresión de que fue un terreno en que hubo muchas zancadillas y luchas de poder en el ente. Seguramente como ahora).

A lo largo de su vida mi padre trabajó y contó con la amistad de artistas como el pintor manchego Benjamín Palencia, el bailaor flamenco Antonio "el bailarín", el inventor José Val del Omar, la nieta de Ignacio Zuloaga (la mecenas María Rosa Suárez Zuloaga, directora del Museo Zuloaga, en Pedraza), y el bailarín y coreógrafo catalán Joan Tena. O del actor Conrado San Martín y su esposa Olga Quiles -1, 2-; y del escritor y pintor portugués Simón Aranha (Pedro Falcao), su mujer Anita (pintora), y el hijo adoptivo de ambos (el pintor y cantante angoleño Raúl Indipwo, componente del grupo portugués Duo Ouro Negro)...

En líneas generales, fue descreído en temas religiosos.

Mi padre me salvó tres veces la vida. Creo recordar vagamente algunos momentos. Otros, no. La primera fue estando yo aún dentro de mi madre. A causa de un catarro que ella tenía, pusieron unas hojas de eucalipto en un cacharro en un hornillo en el dormitorio, situación en la que ella se durmió, y mi padre tuvo que sacarla cuando la habitación se llenó de humo. Como consecuencia, me cuenta que yo nací con "pintitas". La segunda vez, aunque parezca mentira, fue por las mismas circunstancias: hornillo, hojas de eucalipto... En esa ocasión, mi padre me cuenta que me sacó del cuarto inconsciente. La tercera ocasión fue producto de un medicamento que un doctor me recetó, en dosis inadecuadas (mayores incluso que para un adulto). Esto, a pesar de que mi padre se lo quiso hacer ver. El médico insistió, no obstante (con prepotencia). Aún así, mi padre, por precaución, me puso una dosis menor. Parece ser -según me comentaba- que caí sin sentido, quedé sin pulso, y fría. Hasta que llegó el médico de urgencia (demudado, y sin saber qué decir) y me puso una inyección para "reanimarme". Hasta que llegó, mi padre me estuvo dando baños alternos de agua fría y caliente, e intentando que bebiera café caliente.

Y aquí sigo, a pesar de todo.

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Hoy jueves 27 de octubre de 2016, a las 16.40 h. mi padre ha partido. Desde su casa, en su cama, rodeado de muchísimo cariño de sus hijos: el mío (aunque yo estuviera lejos, físicamente), el de Vidal, el de Mari Carmen, el de mi hermano Arturo y el de su perrito Eté. Sin dolores, en calma, dormidito... Hoy sólo había abierto los ojos un poquito, alguna vez, durante breves segundos. Entre esas veces, al final de la llamada de teléfono que le hice hoy al mediodía, a las 13.45 h., aunque él no me pudiera responder, ni mostrarse reactivo, mientras le sostenían el auricular cerca del oído.

Nada más fallecer me ha llamado mi hermano. Yo no he conseguido reaccionar. Lo he hecho incluso con cierta incredulidad, a pesar de que en los últimos meses era esperable porque había entrado en estado terminal tras haberle dejado de hacer efecto el tratamiento para su leucemia, con la que luchaba desde hacía muchos años. Pero dado su estado de debilidad desde principios de 2016, todos vimos -incluidos los médicos- que no era posible probar algo más "agresivo". Desde entonces, los cambios en pocos meses fueron brutales, aunque curiosamente su diabetes se autorreguló. Finalmente, el viernes 14 de octubre (hace dos semanas) la doctora de paliativos indicó que, en su experiencia, a mi padre "le quedaba poco". Este lunes, día 24, el 112 se lo llevó a observación. Esa misma noche, lo devolvieron a su casa. El martes 25, durmió casi de continuo (menos algún breve despertar). Y ayer miércoles, día 26... la doctora de paliativos, al visitarlo, indicó que había entrado en la fase de agonía.

Mi (puta) enfermedad me ha impedido despedirme de él físicamente. No pude viajar ni una sola vez para poder verle. La única ocasión fue durante el verano de 2006, y mi estado se agravó del tal modo, que a la vuelta me sobrevino por primera vez una situación de vértigos benignos paroxísticos (consecuencia de la SQM), que me obligó a iniciar la baja laboral, tras la que no pude volver a incorporarme ni un solo día) y el encierro riguroso en mi hogar, hasta la fecha.

Pero ya que no pudimos vernos, darnos un abrazo, tocarle esa mano tan calentica que parecía una estufa, y esa carita tan suave y tersa como el culito de un bebé (se reía mucho cuando se lo decía, y le enorgullecía el piropo, que era completamente cierto), sí intenté, con todas mis fuerzas, "estar" ahí por teléfono. Sobretodo este año, cuando supe que su leucemia había dejado de responder al tratamiento y por teléfono empecé a detectar el rápido deterioro... Sólo eran llamadas de unos minutos, porque ninguno de los dos aguantábamos mucho al aparato, pero lo intentábamos. Sólo falté a mis "citas" durante mis crisis, o cuando la electrohipersensibilidad (EHS) se imponía de tal modo que no me era posible comunicarme...

Si hay algo más allá (soy agnóstica, y tú papá, básicamente también), espero que hayas partido al ritmo de ese poema de los caballos sueltos de tu amigo Simón Aranha, que tanto impactó te causó cuando te lo recitó que le llegaste a escribir una obra. Y deseo que a través de ese galopar te hayas reencontrado ya y estés de nuevo al lado de la mujer de su vida (Mari Carmen) y disfrutando ambos de vuestra perrita Pelusa (la que ponía "ojitos de aceituna", la que enseñaba el "ombligico picón" para que le rascarais la tripita)...

Papi, yo desde aquí, como todos los días, desde mi corazón, te seguiré tirando "besitos de locomotora" (tú los contestabas con un: "piiiiiiii, piiiiiiiii", y a continuación te entraba el entusiasmo ofreciendo todas sus variantes y montando sobre ello tu particular haiku: "¡pipi! ¡piripipípi-piripipípi!. ¡Abran la puerta, que sale la generala!. ¡Odo!"). Ahora, ya no te daré unos para el día, y otros para que los tengas guardados para la noche cuando te vayas a dormir, como hasta ahora hacíamos a diario, mientras yo te decía que revolotearía a tu alrededor, como un angelito, aunque no nos viéramos... Ahora, te los mando para que los guardes para tu camino, ¿vale?. Todos, todos mis besitos de locomotora "para mi papi, gu-a-po, y bu-e-no". Un papi "que es como el anís La Castellana, que su presencia siempre agrada". 

... Y discúlpame, papi, que hoy te mintiera. Creo que ha sido la primera vez... Ya sabes que no me gusta hacerlo y yo esto lo llevo muy a rajatabla. Pero era mejor decirte, cuando te llamé.. que yo estaba bien. Que estaba y que estaría bien. Que no te preocuparas. Quería que no estuvieras aguantando por mí aquí, y quería que partieras sin inquietud, ni tristeza por mí... Pero papi, no hay nadie ahora en mi casa... Como siempre. Estoy sola. Y en estos meses en que intenté prepararme para este momento, no conseguí encontrar algo que comprar, apto para mi SQM, para atontar el sufrimiento y la tristeza. Y tampoco puedo, como sustituto a ello, beber alcohol; fumar; salir a la calle a entretenerme con algo; quedar con alguien; o tan siquiera hablar por teléfono o escribir si tengo el día demasiado afectado...

Por otro lado, hasta el miércoles no vendrá la ayuda domiciliaria de la asistencia social, la única persona a la que veré desde hoy jueves hasta entonces... pero no entrará -lógicamente- a escucharme -ni aún unos minutos-, a pesar de que es amable como profesional. Hoy lo he tenido claro, cuando le he comunicado que estabas agonizando. Sólo vendrá a hacer la compra, la comida...

Y en cuanto a gente, entorno... Estamos tan deshumanizados; se habla tan poco de la muerte y del proceso que lleva a ella por simples tabúes culturales; y hemos llegado a un punto tan extremo de individualismo feroz... que es terrorífico. Hasta decir algo más que dar el pésame, o llorar, está "mal visto". De hecho, la sociedad "premia" a la persona que no comunique, ni muestre sus sentimientos, con frases tal como "Está mostrando gran entereza"... Y la dicen con alivio, porque esa entereza (sea supuesta, o real), les facilita a los demás el no tener que "estar ahí"...

Acabo de caer que ahora tengo un número guardado en la memoria de mi teléfono que dice "Papá", y que a partir de hoy nunca más contestarás tú...
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12 octubre 2016

CEREALES DE DESAYUNO vs. PESTICIDAS: análisis de muestras ecológicas y no ecológicas (Générations Futures. 2016)

Además de restos de pesticidas debemos recordar que los llamados cereales de desayuno contienen altas cantidades de azúcar y de almidón, y sustancias sintéticas añadidas. Y en general son resultado de un alto grado de procesamiento durante el cual, a la mayoría se les elimina buena parte de los componentes de los granos, lo que les quita valor nutritivo y fibra. Pero los consume usted y los niños, como supuesto alimento saludable para desayunar. Por otro lado, debemos tener en cuenta que los pesticidas de este producto provienen de lo que se fumiga a los cereales en los campos. Por tanto, es lógico pensar que, por extensión, respecto al tema que nos ocupa se entiende que también se encuentren en cualquier producto no ecológico que contenga cereales, como las barritas energéticas, el pan, las harinas o la bollería.
María José Moya. Documentalista.

EL 100 % DE CEREALES DE DESAYUNO ANALIZADOS POR UNA ONG CONTIENEN PESTICIDAS

Agencias/El Dictamen
El 100 % de los cereales de desayuno no ecológicos analizados en un estudio por la ONG francesa Générations Futures contienen residuos de pesticidas, ha revelado hoy esa entidad en un comunicado.

La organización evaluó una muestra de 15 cereales no ecológicos y cinco cereales ecológicos, de grandes marcas, como Kellogg’s, Nestlé y Jordans, o grandes distribuidores como Auchan, Leclerc o Carrefour.

Los análisis encontraron que en todos los cereales no ecológicos había presencia de pesticidas, mientras que no había ninguna en los cereales ecológicos.

Analizadas de manera individual, las cantidades de cada pesticida halladas en las muestras de cereales no representan un riesgo para la salud humana, indicó la organización. Sin embargo, la ONG alertó sobre el riesgo de los llamados cócteles, o la combinación de varios químicos capaces de provocar serios daños a la salud. “Entre las 15 muestras no ecológicas analizadas, se encontraron 141 residuos” de pesticidas, indicó el comunicado.

Générations Futures detalló que de los 141 residuos, 81, casi el 60 %, “son sospechosos de ser disruptores endocrino”, sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal y causar problemas de salud, tales como “disminución de la fertilidad, diabetes y efectos al sistema inmunológico o respiratorio”, según la ONG.

Adquiridas en supermercados de la región de los Altos de Francia, al norte del país, las muestras de cereales para el desayuno no ecológicos revelaron “una media de 9,4 residuos” de pesticidas, de los cuales “4,6 pesticidas son sospechosos de ser PE”, añadió la organización.

Générations Futures es una organización no gubernamental dedicada a estudiar los peligros de los pesticidas para el consumo humano y el medioambiente.

Fuente: El Dictamen (11/10/2016)

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