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19 agosto 2013

LA EXTINCIÓN SILENCIOSA: ADIÓS AL 90% DE LAS VARIEDADES DE FRUTAS Y VERDURAS

Algunos de los 3.800 tipos de papas --patatas-- cultivadas andinas tradicionales (fuente de dato e imagen: Organic Gardening)
LA EXTINCIÓN SILENCIOSA: ADIÓS AL 90% DE LAS VARIEDADES DE FRUTAS Y VERDURAS

En paralelo a la extinción de la fauna salvaje se está produciendo otra, de forma anónima y ante la que estamos ciegos y sordos: el de las especies vegetales y animales que nos sirven de alimento. La industrialización de la producción de verduras, cereales, frutas, carnes… ha exigido el abandono masivo de miles de variedades en pro de las virtudes exclusivamente comerciales como el aspecto y la durabilidad. La reducción de la diversidad de lo que comemos es asombrosa, en torno al 90% en el último siglo. Y la tendencia continúa hacia la simplificación y uniformación. La riqueza alimentaria del mundo está en peligro.

Según datos del extraordinario artículo de Charles Siebert que este mes publica la revista National Geographic, el 90% de las variedades de frutas y verduras en EEUU han desaparecido (por ejemplo, de 7.000 clases de manzanas existentes en el s. XIX quedan actualmente menos de un centenar). En China, el 90% de especies de trigo ha desaparecido. Y en Filipinas, de miles de clases de arroz solo persisten cien. Y estas extinciones masivas se repiten en todo el mundo. En el siguiente gráfico que incluye el artículo de NG se aprecia el dramático cambio que hemos generado en la biodiversidad alimentaria:

Comparativa de las variedades existentes de algunas verduras y frutas hace 80 años y actualmente --clic para ampliar la imagen-- (fuente: Our dwindling food variety / Food ark)
En un siglo hemos acabado con la diversidad genética que nuestros antepasados lograron a lo largo de 10.000 años de domesticación y selección. Consiguieron adaptar las mejores variedades para los climas y peculiaridades locales de cada zona, creando un patrimonio alimentario de incalculable valor por su calidad, eficiencia y diversidad. Y ahora estamos renunciando conscientemente a todo ello, seleccionando para monocultivos las variedades no por su sabor o virtudes nutritivas sino por su rentabilidad económica.

La revolución verde tuvo indudables efectos positivos en nuestra capacidad para generar alimentos, pero el modo en que hemos obviado la importancia de la diversidad para centrarnos en la producción puede volverse en nuestra contra. Como explica Siebert, al barajar solo un puñado de variedades, aumenta el riesgo de que una enfermedad u hongo logre arrasar con facilidad todas las cosechas, lo que encadena al sistema al uso creciente de pesticidas y plaguicidas: “En África, agricultores y ganaderos se han endeudado para pagar fertilizantes, plaguicidas, medicinas y piensos de elevado contenido proteico necesarios para que esas plantas y animales prosperen en condiciones climáticas diferentes de las originales. Son como adictos, enganchados a un hábito que no pueden permitirse ni en términos económicos ni ecológicos”.

Fuente: La Aldea Global (6/07/11)


INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Variedades vegetales que no se encuentran en los supermercados, pero sí aún en eventos de intercambio de semillas --Seed Savers Exchange-- como el de Decorah, en Iowa -EEUU- (foto: Jim Richardson. Fuente: Grow your own heirlooms / Food ark)
-EL ARCA DE LA COMIDA (National Geographic en Español 28/10/11)
Traducción al español del artículo que da pie al artículo de esta entrada, del original en inglés "Food ark" de Charles Siebert, con fotografías de Jim Richardson, y publicado por la National Geographic Magazine en julio de 2011.

IMÁGENES DE ESPECIES ALIMENTARIAS HOY DÍA RARAS

Galerías de fotos de Jim Richardson, clasificadas por temas, para complementar al artículo comentado de Siebert, “Food ark”. Las imágenes muestran algunas de las variedades que hoy día son ya poco frecuentes, pero se están intentando preservar por medio, sobretodo, de la asociación de pequeños agricultores locales concienciados que mantienen e intercambian las semillas que han heredado de sus antepasados y las variedades de animales autóctonos por medio de eventos y encuentros; y de los bancos de semillas.

Pincha en los enlaces siguientes para acceder a las imágenes. Los textos que los acompañan son las introducciones que aparecen en las galerías, traducidas por María José Moya.

“Una crisis se avecina: Para alimentar a nuestra población en crecimiento, necesitaremos duplicar la producción de alimentos. Sin embargo, los rendimientos no están aumentando lo suficientemente rápido, y el cambio climático y las nuevas enfermedades amenazan las variedades limitadas de las que hemos llegado a depender para comer. Afortunadamente, todavía tenemos semillas y razas para asegurar nuestro futuro suministro de alimentos, pero debemos tomar medidas para salvarlos”.

“La gente come más huevos y aves de corral que nunca, pero la dependencia del mundo en unas pocas razas de alto rendimiento está desplazando a cientos de otras: casi un tercio de razas de gallinas se encuentran en riesgo de extinción. Eso es alarmante, porque muchas variedades tienen rasgos, como la resistencia al calor o a los patógenos, que podrían ser inestimables en el futuro”.

“Los defensores de las razas raras dicen que la mejor manera de preservar el ganado vulnerable es mantenerlo en la cadena alimentaria, produciendo leche o carne. Su lema: ‘Para salvarlos, tenemos que comerlos’".

“Las semillas de ultratumba (y sus vainas) son tan variadas como las plantas en que se convierten. La agricultura no es sólo la producción de alimentos, sino que incluye árboles y otras plantas que producen fibra, controlan la erosión del viento y dan sombra al ganado”.

“A diferencia del puñado de variedades de los mercados de Estados Unidos, las patatas de Perú y Bolivia --centro geográfico de las especies de origen-- tienen miles de colores y formas. Son tan variadas en sabor y nutrición que puede construirse una dieta entera alrededor de ellas”.

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12 agosto 2013

LAS RADIACIONES NO IONIZANTES Y SU EFECTO SOBRE LA SALUD HUMANA. Rev Cubana Med Milit 2006;35(3)

Clasificación de las radiaciones: ionizantes y no ionizantes
La investigación es de 2006 pero su lectura es útil por tres motivos:

Porque ofrece una panorámica general breve pero clara de los campos electromagnéticos (CEM).

Porque muestra que ya en esos años había estudios que comprobaban —y de forma certera— los efectos negativos de los CEM en la salud.

Y porque con ella podemos ver la diferencia en temáticas, abordaje y enfoques científicos (sin entrar a valorar lo político, que no es objeto de esta entrada) entre un país en que sus científicos y profesionales de la salud no están presionados, supeditados y “orientados” por la industria de la telecomunicación y de la farmacéutica “capitalistas” (no hay más que observar el resto de contenidos de la revista en que se publicó la investigación que nos ocupa); y aquellos en que sí lo están, porque sus gobiernos lo consienten y apoyan de forma más o menos encubierta.

Antes de pasar al estudio, sólo hacer algunas puntualizaciones por nuestra parte para actualizarlo a fecha de hoy:

Sobre la relación causa-efecto entre salud y CEMs no ionizantes no térmicos, a pesar de las continuas presiones de la industria para ralentizar, ocultar o diluir la publicación de investigaciones independientes con otras propiciadas por esta, la fuerte evidencia durante años ha sido imposible de obviar, no sólo en cuanto a las alteraciones descritas en el texto que nos ocupa, sino con diversos tipos de cáncer (algo que la justicia ya va reconociendo y la OMS declaró públicamente en 2011 –ver este y otros documentos oficiales aquí), como en otras alteraciones (por ejemplo, la electrosensibilidad —EHS— o el asma).

Sobre los efectos térmicos de los niveles muy bajos de las radiaciones, señalar que las personas con EHS podemos notarlos y de forma intensa, con tan sólo tener cerca un teléfono inalámbrico DECT encendido, por poner un ejemplo. Es como si te quemaran la zona interna más fragil a las radiaciones de tu cerebro. De la severidad que la sintomatología puede llegar a alcanzar da muestra el suicidio de afectados de EHS por este motivo.

Rev Cubana Med Milit 2006;35(3)
Trabajos de revisión
Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto"
LAS RADIACIONES NO IONIZANTES Y SU EFECTO SOBRE LA SALUD HUMANA



Lic. Jacqueline Guerrero Abreu (1) y My. José Luis Pérez Alejo (2)

RESUMEN
Los bombardeos por radiaciones electromagnéticas son continuos, incesantes e imperceptibles; unos de forma natural y otros producidos por el hombre. La afectación que estos tienen sobre la salud humana constituye un aspecto controvertido en el campo de la ciencia debido a que las radiaciones electromagnéticas en función de su frecuencia se clasifican en las que pueden tener o no efectos biológicos, efectos o no sobre el hombre. Algunos efectos biológicos pueden ser inocuos, como la radiación solar; otros, por el contrario, pueden desencadenar enfermedades como el cáncer, la esterilidad y otras menos conocidas. En el presente trabajo se hace un examen de la bibliografía publicada con el objetivo de situarlo en cierta perspectiva en relación con la salud.

Palabras clave: Bioelectromagnetismo, radiaciones no ionizantes, equipo de de radiolocalización.

La especie humana vive en un manantial electromagnético natural: el campo geomagnético y los fenómenos ondulatorios electromagnéticos atmosféricos. Ahora se deben añadir los producidos por la actividad humana (1). En un principio estos estaban referidos a las torres eléctricas, algunos aparatos electrodomésticos, usos industriales específicos y los radares. En los últimos años se ha apreciado un incremento sin precedentes de fuentes de campos electromagnéticos (CEM) utilizados con fines diferentes. Se han empleado en la industria, la medicina, el comercio y prácticamente han invadido la vida diaria. El grado de producción ha alcanzado niveles tales que los expertos alertan de una contaminación electromagnética ambiental (electrosmog) (2). Si esto es así es obvio que incidan de algún modo sobre la salud humana.

Los CEM, sobre la base de la longitud y frecuencia de sus ondas, se subdividen en varios tipos, por lo que se puede hablar de un espectro electromagnético (3). Ellos se clasifican según su frecuencia en los de frecuencia de menos de 3 kHz. Como son, la resonancia magnética nuclear para diagnóstico médico, neveras, secadores de pelo, líneas de alta tensión; y los que su frecuencia varía de 3 kHz a 30 MHz, entre ellos, los monitores de computadoras personales, las antenas de radionavegación, radiodifusión modulada, antenas de radioaficionados y otras. Además están las que comprenden de 30 MHz a 300 GHz y en este grupo se incluyen los teléfonos celulares, hornos de microonda, antenas de estaciones de televisión, los radares en general y los radiolocalizadores en particular (4). Según esta clasificación los CEM son de los tipos de baja frecuencia (0,03-0,3 MHz), media frecuencia (0,3-3MHz), alta frecuencia (3-30 MHz), muy alta frecuencia (30-300MHz), ultra alta frecuencia (0,3-3 GHz), supra alta frecuencia (3-30 GHz) y muy alta frecuencia (30-300GHz) (5).

En relación con la salud humana, las radiaciones emitidas por los CEM se dividen, en función de su frecuencia (número de ondas electromagnéticas que pasan por un determinado punto en 1 s), en radiaciones ionizantes y no ionizantes. Las primeras son ondas electromagnéticas de frecuencia muy alta que contienen una energía fotónica suficiente para romper enlaces químicos a nivel molecular en las células. En las segundas, aunque la energía fotónica es débil para romper enlaces químicos, tienen efectos biológicos como son el calentamiento y la inducción de corrientes eléctricas en los tejidos y células (6). Por tanto, las ondas electromagnéticas conllevan el peligro de efectos biológicos que pueden desembocar en efectos adversos para la salud.

Lo anterior plantea la necesidad de comprender la diferencia entre estos dos tipos de efectos a la exposición al estresor electromagnético.

Un efecto biológico ocurre cuando la exposición produce un cambio fisiológico detectable en un sistema biológico, pero un efecto adverso para la salud ocurre cuando el efecto biológico sobrepasa el límite normal de variabilidad fisiológica del organismo y presenta dificultad de adaptación con detrimento del estado de salud.

Algunos efectos biológicos pueden ser inocuos, por ejemplo, la radiación solar, principalmente los rayos ultravioletas producen el incremento del flujo sanguíneo de la piel como respuesta a un ligero calentamiento del cuerpo; pueden ser ventajosos, porque ayudan en la producción de vitamina D, o adversos porque pueden producir cáncer de piel (7).

Las oscilaciones electromagnéticas se propagan en el espacio en línea recta y al incidir sobre los cuerpos pueden o bien penetrar, reflejarse o absorberse. En dependencia de estos tres factores se produce su efecto sobre los organismos vivos, a mayor penetración y absorción de energía mayor será su acción biológica.

Se plantea que los efectos de las radiaciones no ionizantes son de 3 tipos: térmicos, no térmicos y atérmicos.

EFECTOS TÉRMICOS. Cuando la energía electromagnética causa un aumento mesurable en la temperatura del objeto o persona (más de 1º C) (7, 8). La absorción de radiofrecuencias en un medio ambiental tiene aparejado calentamiento (9). La intensidad de la radiación al actuar particularmente en el organismo humano, provoca un incremento de temperatura y produce un cambio en la orientación espacial (oscilación) de las moléculas bipolares, principalmente del agua y los iones en los tejidos; los órganos más afectados son el cristalino, humor vítreo del ojo, los órganos parenquimatosos y glándulas como el hígado, páncreas, ganglios linfáticos, las gónadas, órganos huecos como el estómago, vejiga y vesícula biliar (10-12).

También provoca dilatación de los poros de la barrera hematoencefálica, lo que a su vez lo hace permeable a determinadas sustancias que no deberían entrar en las neuronas; es por ello que las radiaciones se relacionan con tumores cerebrales, enfermedad de Alzheimer y pérdida de la memoria, así como alteraciones de los procesos de sueño y vigilia que pueden llevar a depresión, cansancio e incluso propensión al suicidio.

El calentamiento inducido por radiaciones provoca varias respuestas tanto fisiológicas como termorreguladores, incluyendo la capacidad [*] para realizar tareas físicas y mentales debido al aumento de la temperatura corporal (8).

Niveles muy bajos de radiaciones producen pequeños aumentos de la temperatura local de la parte sometida a dicha radiación; pero este calentamiento es compensado por los centros termorreguladores normales del cuerpo humano (mecanismos homeostáticos), sin que el individuo note dicho aumento de temperatura. El verdadero problema está cuando el tiempo de exposición y la cantidad de radiación rompen este equilibrio.

El tipo de radiaciones que producen esas afectaciones en el hombre están reguladas tanto nacional como internacionalmente ya que se conoce su acción drástica sobre la salud humana y se han tomado medidas para proteger al hombre (4).
[*] Nota de Mi Estrella de Mar: posible fe de erratas, a sustituir "capacidad" por "incapacidad".
EFECTOS NO TÉRMICOS. Se producen cuando la energía de la onda es insuficiente para elevar la temperatura por encima de las fluctuaciones de temperatura normales del sistema biológico. Hay evidencias de que exposiciones prolongadas a radiaciones de baja intensidad sean potencialmente nocivas, por el efecto no térmico de la exposición a radiaciones (6,11,13).

En los CEM con frecuencias por debajo de 1MHz no se produce calentamiento significativo, sino que inducen corrientes y campos eléctricos en los tejidos.

Se observan en alteraciones del electroencefalograma cambios en la actividad colinérgica [*] de animales que pudieran influir en la salud, sin embargo, las investigaciones en este campo están limitadas, de hecho la Organización Mundial de la Salud no presta mucha atención a los efectos no térmicos. Un numeroso grupo de investigadores norteamericanos y de países miembros del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), niegan la posibilidad de que los campos de radiofrecuencias provoquen algún tipo de respuesta biológica que no sea de origen térmico. Su argumento fundamental es que este tipo de ondas no generan respuestas mutagénicas y no influyen en la iniciación de cánceres (14-16).

Los científicos rusos y de otros países reconocen la acción acumulativa de este tipo de radiaciones, principalmente en personas que han trabajado por 5 años o más con equipos de radiolocalización (17-19).

En un estudio en gatos y conejos, las ondas electromagnéticas de baja intensidad (insuficientes para producir efecto térmico) alteraron la actividad cerebral, atribuida a la movilidad del ion calcio (20).
[*] Nota de Mi Estrella de Mar.- Colinérgico, ca: adj. Biol. Perteneciente o relativo a la transmisión nerviosa que utiliza como neurotransmisor la colina (fuente: RAE).
EFECTOS ATÉRMICOS. Se producen cuando hay energía suficiente para causar un aumento de la temperatura corporal sin que se observen cambios en la temperatura debido al enfriamiento ambiental (1).

Los efectos biológicos observados por este tipo de radiación son principalmente inducir corrientes eléctricas que pueden estimular las células nerviosas y musculares.

INFLUENCIA DE LAS RADIACIONES NO IONIZANTES SOBRE LA SALUD HUMANA

APARATO REPRODUCTOR

Existe consenso del efecto nocivo que ejercen las ondas electromagnéticas sobre el sistema reproductor, en especial en la función testicular (21, 22). También están los trabajos de Prassad (23) quien estudió a 100 trabajadores (59 soldadores y 41 sastres) sin encontrar alteraciones significativas sobre la fertilidad.

Se ha reportado que en mujeres expuestas a CEM aumenta casi el doble la probabilidad de sufrir un aborto espontáneo (24, 25). Sin embargo, otros autores no coinciden con estos resultados (26).

CÁNCER

Son numerosos los trabajos que hacen referencia al posible efecto cancerígeno de las radiaciones no ionizantes (27-29). Los resultados obtenidos por estos y otros autores son inconsistentes; resultan ser estudios muy diferentes en cuanto al diseño, ejecución e interpretación de los experimentos realizados. Ni los efectos encontrados ni sus implicaciones sobre la salud humana están suficientemente dilucidados científicamente.

ESFERA NEUROPSÍQUICA

Es en esta esfera donde mayor número de alteraciones para la salud se han reportado. La literatura consultada, la fundamental, así lo manifiesta:

• Alteraciones de la termorregulación (30).
• Alteraciones de la actividad colinérgica (13).
• Alteraciones electroencefalográficas (13).
Propensión al suicidio (6, 31, 32).

Hay autores que han reportado síntomas neuropsíquicos independientes como son la confusión, pereza, pérdida de la memoria, ansiedad, depresión; y otros autores los agrupan como síndrome de las microondas (5, 9).

SISTEMA INMUNOLÓGICO

Se han reportado también procesos alérgicos, depresión del sistema inmunológico (5, 33), modificaciones linfocitarias, macrofágicas y hematológica, sin conocerse hasta qué punto o de qué manera estas alteraciones influyen sobre la salud humana.

GENÉTICAS

Actualmente se plantea que por debajo de los niveles a que se dan los efectos térmicos, las ondas electromagnéticas no generan respuestas mutagénicas y no influyen en la iniciación de cánceres.

En las investigaciones revisadas (20, 34) solo se encontraron estudios en las bandas de frecuencias pertenecientes a las radiofrecuencia (menor de 300 MHz) o en las microondas, no de las bandas de las ultra altas frecuencias (entre 0,3-3 Ghz).

APARATO CARDIOVASCULAR

Las principales alteraciones están relacionadas con la conducción del estímulo eléctrico por las fibras miocardíacas, siendo una de estas el efecto bradicardizante de las ondas electromagnéticas (5, 35).

Otros trastornos son alteraciones de la repolarización, infartos cardíacos algunos años después de la exposición laboral a los CEM y otros. Los efectos adversos sobre este sistema son controversiales (14).

SISTEMA HEMATOPOYÉTICO [*]

Se han encontrado aumentos en las cifras de hemoglobina (36, 37), así como modificaciones leucocitarias que dependen de la potencia de energía de las microondas, por estrés térmico, que son reversibles (5).

Las investigaciones sobre radiofrecuencias no han despejado las dudas sobre la influencia de los CEM sobre el hombre.

Muchos son los intereses de tipo económico que se mueven alrededor del tema, de ahí la falta de estudios y de consenso en las investigaciones.

La Organización Mundial de la Salud reconoce que los estudios epidemiológicos realizados hasta el momento son insuficientes para evaluar los riesgos en la salud que causa la exposición a las radiofrecuencias.
[*] Nota de Mi Estrella de Mar.- Hematopoyético, ca: adj. Biol. Perteneciente o relativo a la hematopoyesis. Hematopoyesis: Biol. Proceso de formación de las células sanguíneas (fuente: RAE).
SUMMARY

NON-IONIZING RADIATIONS AND THEIR EFFECT ON HUMAN HEALTH

Electromagnetic radiation bombings are continuos and imperceptible, some are natural and others caused by men. Their effect on human health is one of the controversial aspects in the field of science due to the fact that electromagnetic radiations depending on their frequency may be classified as the ones having biological effects or not and the ones having an impact on man. Some biological effects may be harmless such as sun radiation, but others can unleash diseases like cancer, sterility and other less known illnesses. The present paper made a literature review about this topic to perspectively place it in relation to health care.

Key words: Bioelectromagnetism, non-ionizing radiations, radiolocation equipment.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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4. Informática y Comunicaciones. Valores a los que estamos sometidos. Acceso julio de 2001. Disponible en: http://www.asenmac.com/marco/htm

5. Informática y Comunicaciones. Radiofrecuencias y microndas. Acceso abril de 2003. Disponible en: http://www.asenmac.com/marco/htm

6. Alvarez L. ¿Qué es y cómo nos afecta? La contaminación electromagnética y sus efectos sobre la salud. Acceso noviembre de 2000. Disponible en: http://www.ambienteecologico.com

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13. Informática y Comunicaciones. Efectos no térmicos de los campos RF sobre la salud. 2003. Acceso marzo de 2003. Disponible en: http://www.asenmac.com/marco/htm

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37. Laurens A. Efectos hematológicos de las microondas. Med Armees. 1982;10(7):643-8.

Recibido: 12 de abril de 2006. Aprobado: 15 de mayo de 2006.
Lic. Jacqueline Guerrero Abreu. Instituto Superior de Medicina Militar "Dr. Luis Díaz Soto". Avenida Monumental, Habana del Este, CP 11 700, Ciudad de La Habana, Cuba.


(1) Licenciada en Ciencias Biológicas. Investigadora auxiliar.
(2) Doctor en Ciencias Médicas.


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